El ahorro creativo

El domingo acabó la primera temporada de True Blood en Estados Unidos. Sí.
Vosotros me direis: 'pero, ¿cómo va a ser eso, Cris' si hace muy poquito que empezó" y yo os diré: 'así es, queridos amigos. Empezó hace dos meses' y entonces os hablaré de lo que yo llamo "El ahorro creativo" o en palabras más sencillas "Como alargar una serie y quedar como señores"



El ahorro creativo se explica del siguiente modo

Tenemos un argumento, tenemos una audiencia que parece fiel a nuestro programa, tenemos un grupo de guionistas adaptando el libro que da origen a la serie pero... oye, ¿y si en lugar de hacer dos temporadas buenas y continuar a tropezones (véase Prison Break) hacemos 5 temporadas cortas y mantenemos a la gente enganchada hasta que tengan hijos?

Y así es. Esto se hace, entre otras series, con Dexter, con Californication y también con Lost desde hace relativamente poco. Ahora True Blood se apunta al carro y cierran la primera temporada con 12 capítulos y la firma de la segunda.

Si esto va a evitar que otros Prison Breaks nos acechen y cojamos manía a los personajes que nos deberían mantener entretenidos (véase Las chicas Gilmore, a las que acabé por no soportar) estupendo. Pero no me dejeis un año entero esperando una serie para luego destrozarla entera. Confío en que la segunda de True Blood será buena y también confío en que no me quiten de en medio al personaje más carismático y auténtico de todo el reparto; el señorito Lafayette.

Con una de sus mejores escenas me despido:
http://es.youtube.com/watch?v=uxSWnNO0m3k